Composición musical consciente
Este artículo tiene como objetivo resaltar la dimensión holística del proceso creativo que entendemos como composición musical.
Si nos remitimos a las definiciones comunes acerca de la composición musical, observaremos que suelen focalizarse en la finalidad o el resultado de dicho proceso, es decir, suelen definirlo como el proceso de organización de un material sonoro determinado en forma de obra musical, así como en los requisitos necesarios para poder desarrollarlo de forma efectiva.
Tradicionalmente, y en el ámbito académico, entre dichos requisitos se solían enumerar los conocimientos musicales en relación a la armonía, rítmica, capacidad de desarrollo de melodías, dominio de la técnica del contrapunto, conocimientos de análisis en estructuras musicales, y otros recursos.
En los ámbitos de la música tradicional y popular, en cambio, la composición musical ha mantenido un carácter orgánico e intuitivo, haciendo uso del material arquetípico gestado a lo largo de generaciones, vinculado con la propia idiosincrasia de cada cultura o tradición.
Si bien los recursos musicales citados anteriormente siguen siendo herramientas útiles que pueden enriquecer la composición musical y darle solidez, el nuevo enfoque musical surgido ya en el siglo XX supuso una explosión de tendencias que dejó entrever un inmenso horizonte de posibilidades creativas, que los avances en tecnología musical de los últimos 50 años han llevado hasta cotas aún más altas.
La gran expansión de las herramientas de producción musical también ha supuesto una evolución en los métodos compositivos, permitiendo, por un lado, abrir espacios de experimentación, de elaboración y síntesis de nuevos sonidos y paisajes sonoros, y por otro transformar y agilizar el propio proceso creativo.
Fácilmente podemos encontrar numerosos cursos de composición musical que nos ayudarán a adquirir dichas herramientas, sin embargo, si somos capaces de contemplar el proceso de composición musical, por un lado, como una oportunidad de autoconocimiento, y por otro como un proceso orgánico que tiene vida propia, con sus fases naturales y sus tempos, nuestra perspectiva al respecto experimentará una transformación considerable.
¿Qué es la composición musical consciente?
Cuando hablamos de Composición musical consciente, nos referimos a este estado de atención plena que nos permite, por un lado, interiorizar el proceso y observar que energías y emociones nos pone en juego, atendiéndolas, respirándolas, dándoles espacio, vivenciando nuestros bloqueos como una oportunidad de crecimiento y hallazgo de nuevos caminos y soluciones, colocando el juicio en su lugar adecuado, aquel desde el cual nos hace servicio y no nos mengua la autoestima.
Por otro lado, nos permite escapar a la perspectiva dual que nos confina al esquema sujeto-objeto, el compositor que crea su obra, la cual se limita a obedecer a sus leyes y dictados, y cuya satisfacción depende del grado de ajuste de su obra respecto a los mismos.
En vez de ello experimentaremos una actitud de curiosidad, de asombro, que nos convertirá en partícipes, testigos y acompañantes de la magia creativa expandiéndose con libertad.
Desde este estado de conciencia, la inspiración no queda relegada exclusivamente a la voluntad de las Musas, sino que será vivenciada de manera activa, mientras nuestra mente y nuestras emociones se ponen a su servicio. A su vez, el proceso de composición musical aunará ética y estética, convirtiéndose en un viaje hacia el despliegue de nuestro potencial humano.
Será, por lo tanto, necesario que las metodologías que nos guíen a la hora de abordar la composición musical, consideren las dimensiones anteriormente citadas, integrando en el proceso creativo espacios de afinación personal, conexión con la voluntad creativa y su sentido, y gestión de las emociones y etapas vivenciales propias de todo proceso humano.
Bien aspiremos a ser compositores de canciones, músicas meditativas, música sinfónica, música para cine, audiovisuales, espectáculos, música popular, músicas del mundo, o nos acerquemos a la composición musical desde el lado de crecimiento personal o terapéutico, la consideración de los elementos referidos facilitará que la experiencia compositiva musical sea plena, fluida, y esté alineada con su propósito.
Artículo escrito por Joan Miró
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